La figura del profesor en la era de la IA: el profesor como «Sherpa del Aprendizaje»
En una era donde la Inteligencia Artificial y las tecnologías digitales parecen ocupar el centro de la educación, surge una pregunta esencial: ¿Qué papel desempeñará el profesor? Más allá de la implementación de herramientas digitales, plataformas interactivas y cursos online, se empieza a valorar un tipo de profesor distinto, que no solo transmite conocimiento, sino que orienta y acompaña a los estudiantes en su propio camino de descubrimiento. Surge así el concepto del «profesor como sherpa del aprendizaje».
¿Qué significa ser un Sherpa del Aprendizaje?
Un sherpa es un guía que facilita la ruta en terrenos difíciles, alguien que acompaña, orienta y ayuda a superar los obstáculos, permitiendo que otros lleguen a su destino con seguridad y autonomía. En el contexto educativo, el profesor-sherpa es quien, en lugar de dictar el camino o simplemente entregar información, inspira a los estudiantes a cuestionar, experimentar y descubrir por sí mismos.
Este enfoque no se trata de desestimar los avances tecnológicos; al contrario, implica aprovechar la tecnología de manera estratégica para fomentar la creactividad: un proceso en el cual el alumno no solo adquiere conocimiento, sino que también crea a través de la experiencia, un término que refiere a la capacidad de producir conocimiento mediante la experimentación, la reflexión y el aprendizaje activo.
La Creactividad: Aprendizaje Basado en Experiencia
La creactividad se basa en un proceso donde los estudiantes conectan lo aprendido con sus propias vivencias y observaciones en el mundo real. No se limita a la teoría, sino que los invita a aplicar, analizar y expandir el conocimiento mediante el hacer. El rol del profesor, entonces, no es dar respuestas, sino plantear preguntas, incentivar la exploración y abrir el espacio para que cada alumno construya su propio aprendizaje en función de sus intereses y contextos personales y sociales.
Esto permite que el alumno desarrolle habilidades como la curiosidad, la resiliencia y el pensamiento crítico, que son esenciales en el mundo actual. La relación entre el conocimiento y el mundo productivo y social se vuelve evidente, impulsando un aprendizaje que va más allá de la sala de clases y que se enriquece con el entorno en el que el estudiante se desenvuelve.
Autoaprendizaje y Conexión con el Mundo Real
El profesor-sherpa impulsa también el autoaprendizaje: un proceso donde los estudiantes aprenden a gestionar sus propios recursos, a investigar de forma autónoma y a reflexionar sobre sus progresos y errores. Esta forma de aprendizaje fomenta la autoconfianza, la independencia y una conexión profunda con los temas que el estudiante realmente desea aprender y aplicar en su vida cotidiana y futura profesional.
Además, en un contexto laboral y social cambiante, donde las habilidades se requieren en constante adaptación, el autoaprendizaje les permite a los estudiantes estar preparados para enfrentar desafíos con una mentalidad flexible y resiliente, cualidades que la enseñanza tradicional muchas veces no logra fortalecer.
Más allá de la tecnología: el valor humano en la educación
La tecnología sigue siendo una herramienta clave en la educación, pero no sustituye el poder de la guía humana. Los profesores que actúan como sherpas del aprendizaje pueden transformar el mundo educativo, fomentando no solo la adquisición de conocimientos, sino el desarrollo integral de personas conscientes, creativas y críticas. En este modelo, el profesor sigue siendo esencial, pero su rol evoluciona de instructor a facilitador, y de transmisor de información a constructor de experiencias significativas.
En definitiva, la figura del profesor como sherpa del aprendizaje se convierte en un elemento fundamental en la educación del futuro. Más allá de las herramientas digitales y las plataformas virtuales, se trata de una educación centrada en el ser humano, en la capacidad de los estudiantes de convertirse en exploradores y constructores de su propio conocimiento. Esta transformación educativa no solo enriquece el aprendizaje, sino que prepara a los alumnos para un mundo donde el cambio es constante y la creatividad, el pensamiento crítico y la adaptabilidad son las claves del éxito.